

Dado que mis últimos años nuevos habían sido un tanto aburridos y monótonos, decidí que para recibir el 2007 haría algo diferente.
Entonces me decidí pasarla con una de mis mejores amigas, Sara, quien es chef del hotel Marriot de Phoenix, Arizona.
La pasé muy bien, pude convivir con ella, aunque fue una época complicada de trabajo para Sara. Pero de lo mejor que pudimos hacer fue visitar la escultura de LOVE que, como en otras ciudades de Estados Unidos, se encuentra en uno de los principales parques de Phoenix.
Y bueno, con tan explícito monumento, no me quedó más remedio que pedir mucho y nuevo amor para este 2007. Necesito por salud mental dejar atrás los viejos amores y empezar de nuevo. Así que... bienvenido el amor en el 2007!!
¡TODO ERA AMOR!
Todo era amor... amor! No había nada más que amor.
En todas partes se encontraba amor. No se podía hablar más que de amor.
Amor pasado por agua, a la vainilla, amor al portador, amor a plazos.
Amor analizable, analizado. Amor ultramarino. Amor ecuestre.
Amor de cartón piedra, amor con leche... lleno de prevenciones, de preventivos;
lleno de cortocircuitos, de cortapisas. Amor con una gran M, con una M mayúscula,
chorreado de merengue, cubierto de flores blancas...
Amor espermatozoico, esperantista. Amor desinfectado, amor untuoso...
Amor con sus accesorios, con sus repuestos; con sus faltas de puntualidad, de ortografía;
con sus interrupciones cardíacas y telefónicas.
Amor que incendia el corazón de los orangutanes, de los bomberos.
Amor que exalta el canto de las ranas bajo las ramas,
que arranca los botones de los botines, que se alimenta de encelo y de ensalada.
Amor impostergable y amor impuesto. Amor incandescente y amor incauto.
Amor indeformable. Amor desnudo. Amor-amor que es, simplemente, amor.
Amor y amor... ¡y nada más que amor!
Oliverio Girondo
1 comentario:
Marijo,
Espero que el 2007 sea el comienzo de una epoca llena de amor y que se logren todas tus metas en en este ano.
Sara
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